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lunes, 12 de junio de 2017

Editorial. Semanario no. 68. Lunes 12 de junio de 2017

El destinó alcanzó a los municipios de este distrito, ya no solo el presidente de San Matías Tlalancaleca clamó por ayuda de la federación y del estado. Los acontecimientos ocurridos durante la semana anterior en Texmelucan y Santa Rita Tlahuapan dejan más que prendidos los focos rojos en cuanto a la vulnerabilidad de los ciudadanos quienes esperan respuestas asertivas y precisas del gobierno en sus 3 ordenes.

Más allá de las preferencias políticas y del desarrollo de los gobiernos el presidente de Tlahuapan, Joel Díaz Ramírez, también pidió ayuda para controlar el trasiego de hidrocarburo en las comunidades de su municipio.

El viernes, mientras el más alto jerarca de la grey católica en el estado, Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, acompañaba a los directivos de la Universidad Popular del Estado de Puebla a inaugurar las instalaciones de su nuevo campus, precisamente en la colonia La Purísima, el Ejercito trataba de penetrar el búnker donde se almacena el hidrocarburo en Texmelucan. A escasos metros de distancia de la institución educativa.


Con independencia del Triángulo Rojo, esta región casi metropolitana del estado también clama por medidas legales y físicas que ofrezcan seguridad social y que frenen el deterioro ambiental, las afectaciones a las zonas agrícolas y que abonen a la paz social.

 La inseguridad que activa el comercio ilegal del hidrocarburo también debe ser acotada por acciones coordinadas entre los 3 órdenes de gobierno, eso es lo que piden los ciudadanos, entre muchas otras cosas más.

jueves, 8 de junio de 2017

Más allá del plantón y de las lágrimas…

Por Alfredo Araico.

En la continuación de la saga de la tragicomedia Texmeluquense, uno se pregunta cuál es el límite de la tolerancia y de la convivencia pacífica, y parece que es difícil encontrar la respuesta.

Juárez decía que el respeto al derecho ajeno es la paz, y no estaba equivocado, pero donde está ese respeto, de parte de las autoridades hacia la ciudadanía y donde está el respeto de los líderes hacia las autoridades.

Los recientes acontecimientos, que involucran intentos de extorsión, presión desmedida del ambulan ismo hacia la autoridad, falta de cumplimiento de ésta, respecto a los compromisos con las organizaciones.

Y, sobre todo, la indiferencia, con que de repente ven desde arriba el destino y los padecimientos de los Texmeluquenses, nos hacen dudar acerca de un futuro promisorio.

Ojalá no se haga realidad el aviso de un nuevo plantón y de una nueva toma de la presidencia, porque eso colocaría las relaciones diplomáticas y políticas en una rigidez total.

Tan bonito que es, que cada quién se dedique hacer su tarea, sin ánimo de complicar las de los demás, y que sobre todo haya la conciencia de tratar con respeto y humildad a los que menos tienen.

Hablar de un futuro promisorio para San Martín, implica una gran responsabilidad y sentido del deber, no dejen de hacerlo, por sus hijos, por las futuras generaciones que no se merecen lo que estamos viviendo. Saludos.