Un Fantasma recorre el Estado, es el fantasma del miedo, todas las trincheras amenazan con blindar su existencia con barricadas de silencio, el argumento de evadir una posible realidad es el más importante en la boca de todos ser mortal que camina, transita o deambula por las calles del otro extremo el Triángulo Rojo.
Nadie en su sano juicio admite, ni acepta la llegada de los autoproclamados nuevos inquilinos de Texmelucan, sugieren que ni siquiera se pronuncie su nombre, como en los tiempos de la Colonia y de la Santa Inquisición, nadie quiere ver a los ojos al Cartel de Jalisco Nueva Generación, solo se limitan a hablar en voz baja y a lamentar la inseguridad y el estado de indefensión social.
Un panfleto de otro país advirtiendo de una limpia también agobia a la sociedad, nunca imaginaron que el destino alcanzaría a Texmelucan y a la región y menos en la antesala de un proceso electoral, las versiones alrededor de esta historia son muchas y hasta ahorita nadie ha salido de manera mesiánica a patentar una verdad absoluta.
La gente pregunta por el toque de queda, advierte a los hijos a cerca de tomar precauciones para no provocar al dragón que amenaza acabar todo a su paso con enormes bocanadas de fuego, hasta el momento el gobierno en sus tres órdenes se ha sumado al estoico silencio del panorama.
El rumor de un ataque al conocido como Loco Téllez, en el que habría caído uno de sus escoltas, luego de la aparición de una manta donde le advierten de lo propio, reclama una aseveración o un desmentido, pero sigue pesando más el silencio de todos, silencio y miedo, miedo y silencio, silencio y complacencia, complacencia y miedo.
La ley dice que es responsabilidad del estado salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, los críticos dicen que el estado fue rebasado por la realidad aniquilante desde hace mucho, nadie parece tener una solución en puerta, la misma que incluya la paz social y el respeto a la vida humana, las estadísticas numéricas de toda medición de crimen e inseguridad también se opacan con el miedo y el silencio.
Solamente los dirigentes de los partidos políticos parecen estar al margen de esta realidad, están muy ocupados cuadrando su proyecto para obtener mayorías en las urnas del primer domingo de julio, mientras tanto, mantengamos la calma, la prudencia y la sabiduría para saber manejar el miedo, el silencio y la complacencia.
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